Buscando el Arco Iris, la belleza efímera que surge de la lluvia.

La Manchuela es una comarca  ubicada al noreste de la provincia de Albacete. Se encuentra entre la llanura de La Mancha y la Serranía de Cuenca. El río Júcar la atraviesa de este a oeste creando paisajes de contrastes entre el valle y el llano especialmente bellos a la puesta de sol. Por allí andaba buscando un buen encuadre que aprovechara los 3 elementos con los que podía jugar en ese momento: las luces del atardecer, las nubes de tormenta y el molino eólico.

Me había empeñado en sacar partido del eólico en ese paisaje pero la verdad es que por más vueltas que le daba no encontraba ningún encuadre que mereciera la pena. Y en esas estaba cuando al girarme hacia atrás… ¡Sorpresa! arco iris iluminando los eólicos.

Y es que a veces se centra la atención en exceso en un determinado encuadre y esto puede hacer que se pierdan otros mucho más interesantes que tenemos tambien a nuestro alrededor. Y de eso es de lo que quería hablaros hoy…

De la importancia en la fotografía de paisaje de observar todas las posibilidades que tenemos a nuestro alrededor, de probar diferentes encuadres verticales y horizontales, de utilizar el angular y el zoom. En definitiva, de explotar todas las posibilidades fotográficas del lugar y el momento.

El arco iris no duró demasiado tiempo. Una belleza efímera de escasos cinco minutos  que hay que aprovechar para utilizar los diferentes encuadres y focales que comentaba.

Y es que en estos casos además de mirar a nuestro alrededor hay que ser rápido para aprovechar estas luces efímeras capturando la mayor cantidad de imágenes diferentes posibles.

Y tal como vino, en pocos minutos el arco iris se fué diluyendo suavemente entre las nubes.