Añisclo,
De Photo Trek en Ordesa
Segunda parte
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido está formado por cuatro valles principales: Ordesa, el cañón de Añisclo, las gargantas de Escuaín y el valle de Pineta. En el post anterior ya os conté que el valle de Ordesa es el más conocido y visitado. Pero los otros valles también merecen una visita así que en esta ocasión vamos a avistar el cañón de Añisclo desde las alturas de los Sestrales y la montaña de Sesa.
Desde el tranquilo y bonito pueblo de Bestué se ve asomar Monte Perdido…
… y desde allí hay que coger la carretera que lleva a Puértolas para desviarse por una pista de montaña sin asfaltar que parte en dirección norte hasta llegar a la barrera del collado de Plana Canal, en la montaña de Sesa. Allí nos encontramos con un altiplano a 1800 metros de altura surcado por el cañón de Añisclo y desde donde podremos hacer una fácil excursión siempre sin olvidar que nos encontramos en un paraje de alta montaña con todo lo que ello implica en cuanto a adopción de medidas de seguridad relativas a cambios meteorológicos inesperados, etc.
Foto de teléfono móvil
Desde el aparcamiento de la barrera destaca en primera línea, a la derecha del sol y justo encima de la piedra iluminada, el Castillo Mayor y más al fondo uno de los colosos pirenaicos, la Peña Montañesa.
Foto cortesía de Sebastián Chinchilla
Una vez pasada la barrera ya estamos dentro de los límites del Parque Nacional. Si nos dirigimos a la izquierda podremos ascender fácilmente a las cumbres de los Sestrales que nos permitirán ver el cañón de Añisclo desde las alturas. Si en vez de eso continuamos el camino pasada la barrera, recorreremos un constante sube y baja sin ninguna dificultad a través de pastizales y erizones hasta llegar a un mirador sobre el cañón.
Nosotros nos quedamos aquí pues hemos llegado al punto que nos interesa fotográficamente hablando. Sí, lo has adivinado, la cabañita al pie de Monte Perdido…
Foto cortesía de Evaristo Flores
Se puede continuar la caminata para llegar en una hora y media al refugio no guardado de San Vicenda, situado en un gran prado donde en primavera y verano sube a pastar el ganado. Desde el refugio parten algunos itinerarios como el que va hacía el cañón de Añisclo a la altura de Fuenblanca y otro que se dirige al Cuello Viceto y Escuaín.
Pero sigamos donde nos hemos quedado, con la cabañita. Están claras mis intenciones, ¿no?
Esperando a la noche disfrutamos de un fantástico atardecer en un excepcional paisaje de alta montaña. Y cuando la luz solar se retira y amanece la luna llega el momento de la fotografía nocturna en un marco incomparable.
«Monte Perdido desde la cabaña de la montaña de Sesa a la luz de la luna»
Un creciente viento agita las flores y el espíritu a medida que la noche avanza y el frío aparece.
Pero merece la pena porque el silencio absoluto, solo interrumpido por el viento y la luz fantasmal de la luna, te transporta a «otros mundos» tan alejados de la vida cotidiana…
Un flare, un destello de luz de luna que incidió directamente en el cristal del objetivo, se coló en esta imagen para señalar al Castillo Mayor con su haz verde.
¿Será que habrá auroras boreales en Ordesa? En noches así de mágicas, quien sabe…
Agradable excursión y parece muy recomendable para cualquier persona. Por las fotofrafías, da la sensación de que hasta familias con niños podrían realizarla en ésta época del año. Las vistas y los paisjes son espectaculares… y las nocturnas tienen un encanto especial.
Quién dijo que segundas partes nunca fueron buenas? Enhorabuena de nuevo y gracias por acercarnos a tan hermosos paisajes de montaña.
Un abrazo,
Juan Ángel
Hola Juan Ángel. Comentarios así animan a continuar publicando en el blog. La ruta descrita en la entrada se puede hacer perfectamente con niños en verano y con buena meteo. Se trata de un agradable paseo de alta montaña con muy poco desnivel.
Un abrazo.
Una ruta preciosa, me daba la impresión de ser bastante asequible, y lo habéis confirmado.
La verdad es que en escenarios así no hace falta más que dejar pasear la mirada y disfrutar. Las nocturnas, punto y aparte.
Saludos
Hola Alba, como ya digo en el comentario anterior, es una ruta muy recomendable para ir con niños y poder disfrutar de un auténtico paisaje de alta montaña.
Saludos