Petrechema,
Un vuelo rasante sobre las nubes…
15 de agosto de 2014
El Petrechema, de 2.371 metros de altitud, es una montaña del Pirineo aragonés que marca frontera con Francia y que se caracteriza por la presencia frecuente de nubes bajas envolviendo su cumbre y la de las montañas de los alrededores.
Mesa de los Tres Reyes, desde la cima del Petrechema
Las nubes entran y se retiran continuamente de la cima, aislándola del conjunto de las agujas de Ansabère y del resto de cumbres que emergen de entre la bruma, dotando de gran presencia al paisaje que se puede observar desde allí arriba.
Pico Sobarcal, en el plano medio a la derecha, desde la cima del Petrechema
La posibilidad de tener una vista así de las agujas y del resto de montañas circundantes fue la razón que motivó nuestra decisión de subir al Petrechema en vez de a la Mesa de los Tres Reyes, una cumbre próxima y muy emblemática de la zona.
Mesa de los Tres Reyes, asomando entre las nubes en la esquina superior derecha, desde la cima del Petrechema
En realidad el Petrechema no es una cumbre propiamente dicha pues es la antecima de la Grande Aiguille d´ Ansabère (2.377 mts), una aguja de roca calcárea situada ya en territorio francés y que corona la parte superior del circo de Lescun. Esta aguja y sus hermanas menores han sido objeto de algunas de las escaladas de mayor dificultad de la cordillera pirenaica.
Gran aguja de Ansabère desde la cumbre del Petrechema
Un gran vacío y unos cuantos metros de distancia imposibles de saltar separan la antecima del Petrechema de la cumbre de la Gran Aguja así que a los interesados en alcanzarla les toca escalar.
En el centro de la imagen: Petrechema, a la izquierda, y la Gran aguja de Ansabère, a la derecha; separados por la brecha de «La Horquilla»
La forma más «fácil» de hacerlo es rapelando desde la cumbre del Petrechema hasta la base de la Horquilla (2.340 mts), que la separa de la Gran Aguja, y escalar desde ahí a la cima por una vía catalogada de MD superior. El resto de vías casi todas parten desde la base de la aguja, unos 200 metros más abajo.
Ascensión al Petrechema
La ruta escogida se inicia en el aparcamiento del refugio de Linza (1.320 mts) y hasta el collado de Linza el camino es común para ascender a la Mesa de los Tres Reyes.
Refugio de Linza
La senda está muy bien marcada en todo momento y en sus primeros compases asciende por una pendiente herbosa muy pisada.
Inicio de la ruta, abajo al fondo el refugio y el parking de Linza
En verano la ruta suele estar bastante frecuentada aunque la mayoría de los excursionistas se dirige a la Mesa de los Tres Reyes.
La senda asciende progresivamente hacia el collado de Linza
Vamos ganando altura progresivamente en dirección al collado de Linza, donde se bifurcan los caminos al Petrechema y a la Mesa de los Tres Reyes. En estos momentos todavía no habíamos decidido cual de las dos cumbres íbamos a ascender.
En las proximidades del collado de Linza
Nuestra decisión dependía única y exclusivamente de la presencia o no de nubes que nos permitieran contemplar las agujas de Ansabère envueltas en la bruma. Teníamos muchas ganas de admirar y fotografiar esa visión del paisaje pero si no había nubes teníamos claro que subiríamos a la Mesa de los Tres Reyes.
Hiru Erregeen Mahaia (en euskera ), Meseta d’os Tres Reis (en aragonés), Tabla d’eths Tros Rouyes (en gascón).
En su cumbre, a 2.428 mts, se encuentra situada la frontera de Francia con España y el límite entre Navarra y Huesca. Su situación geográfica convirtió a esta montaña en el punto de confluencia de los antiguos reinos de Navarra, Aragón y el Vizcondado del Bearn (Francia).
Cuando llegamos al collado de Linza (1.936 mts), la visión que se nos presenta aclara nuestras dudas de inmediato. ¡Esta vez toca el Petrechema!
Collado de Linza
Dejamos para otra ocasión la ascensión a la Mesa de los Tres Reyes y la visita en su cumbre a la emotiva placa que guarda la memoria de Iñaki Ochoa de Olza.
En el collado de Linza tomamos el sendero que se desvía a la derecha y encaramos al Petrechema. Continuamos ganándole metros a la montaña y disfrutando de todo lo que nos rodea.
Inicio de la cresta cimera del Petrechema
Poco a poco nos vamos acercando a la frontera invisible que marca el inicio del reino de las nubes. Pero no subimos solos, sin estar ni mucho menos en un entorno masificado vamos en compañía de adultos y algún que otro niño al que, en mi fuero interno, le aplaudo con admiración el esfuerzo que se dibuja en su rostro.
Inicio de la cresta cimera del Petrechema
Cresta cimera del Petrechema. Vista hacia atrás
Hemos venido en busca de nubes, de ambiente de montaña, de gran paisaje… ¡Y lo vamos a encontrar!
Cuando llegamos a la cumbre nos topamos con una barrera invisible que detiene las nubes aunque su presencia frente a nosotros y a nuestros pies es constante.
Vistas desde la cumbre del Petrechema
Justo enfrente de la cumbre la presencia cercana de la Gran Aguja de Ansabère y el salto al vacío que nos separa de ella impone bastante.
Vistas desde la cumbre del Petrechema. Gran Aguja de Ansabère
A nuestros pies, a la derecha, queda la aguja pequeña de Ansabère, asomando tímidamente entre las nubes.
Vistas desde la cumbre del Petrechema. A la izquierda Aguja pequeña de Ansabère
Y más a la derecha el Pico Sobarcal se eleva por encima de la aguja pequeña de Ansabère.
Vistas desde la cumbre del Petrechema. Pico Sobarcal
Por la izquierda asoma Hiru Erregeen Mahaia, la Meseta d’os Tres Reis, la Tabla d’eths Tros Rouyes… la Mesa de los Tres Reyes.
Vistas desde la cumbre del Petrechema. Mesa de los Tres Reyes
Y al fondo a lo lejos el Valle de Lescun también intenta dejarse ver entre el mar de nubes que lo envuelve.
Vistas desde la cumbre del Petrechema. Valle de Lescun
Disfrutando mucho de las vistas y de la fotografía…
Vistas desde la cumbre del Petrechema
Tras un buen rato en la cumbre va llegando el momento de volver a tierra firme y dar por finalizado este vuelo rasante sobre las nubes que nos ha ofrecido el Petrechema.
Cumbre del Petrechema
Vamos a regresar al parking de Linza por otro camino diferente al que hemos venido y así completaremos un recorrido circular. Para ello comenzamos con un inclinado descenso hacia el collado de Petrechema.
Descenso al collado de Petrechema
Una vez en el collado, que es fronterizo con Francia, enlazamos con la senda Camille que está claramente marcada.
Collado de Petrechema. Senda Camille
La senda nos introduce poco a poco en el barranco del Petrechema y la Foya del ingeniero.
Barranco de Petrechema
Tranquilamente, por una senda bien marcada nos vamos adentrando en el paraje de la Foya del ingeniero.
Foya del ingeniero
Foya del ingeniero
A medida que perdemos altura la presencia de vegetación es más abundante.
Foya del ingeniero
Y terminamos por adentrarnos en el bosque. Se agradece la sombra que nos proporciona después de varias horas bajo el sol.
Foya del ingeniero
El final de la ruta se intuye próximo y tras salir del bosque enlazamos con una senda adaptada que recorre los últimos metros hasta el refugio de Linza que ya aparece a la vista.
Senda adaptada de Linza
Senda adaptada y refugio de Linza
En el parking damos por finalizada esta bonita salida de montaña.
Si tienes dudas acerca de la ruta o para cualquier otra cuestión que quieras plantear los comentarios son bienvenidos.
¡Salud y montaña!
Bonito paseo y preciosas vistas. La niebla es siempre una gran aliada.
Saludos
Sí, había mucho ambiente con esas nubes, un placer para la vista je je. Gracias por pasar y comentar.
Muy buenas las fotos 2, 4, 9 (la que más me gusta). Ahora toca animarse al atardecer y amanecer ;-)
Saludos
Gracias Antonio,
En cuanto a repetir con mejores luces… ganas no faltan, lo que tengo que hacer es encontrar el tiempo para ir je je.
Gracias por comentar.
Un abrazo.