Serrella invernal – La ola perfecta

Al Heura por los frares (invernal en la Serrella)

Pico Heura – Serrella (1351 metros)

Domingo 20 de diciembre de 2009

La Serrella es una de las sierras más altas y bonitas de la provincia de Alicante. El Itinerario de los frares nos lleva desde el pueblo de Quatretondeta hasta la cima de la Penya de L’Heura atravesando la zona central del Frares con un importante desnivel medio del 44% en 800 m.
Comenzamos el recorrido desde el depósito de agua de Quatretondeta. La primera parte del sendero transcurre por camino. Enfrente tenemos la Serrella. La ruta que haremos transcurre subiendo recto por la V de la izquierda y desde allí subimos al pico que queda a la izquierda de la V.

 

Pincha en las fotos si quieres verlas más grandes.

 

Los Frares. Se sube por la canal que va directa a la V, pasando entre los frares. La cara norte de la Serrella esconde un sorprendente tesoro natural. Son las denominadas «Agulles o Frares» que son un conjunto de monolitos pétreos erosionados por el viento a lo largo del tiempo y que adoptan formas caprichosas que parecen moldeados por el hombre, por que parecen monjes. De ahí su nombre, Frares.

Pero antes de todo eso, todavía en el camino, pasamos junto a la Carrasca de la Tía Sofía. Un árbol singular cuya historia nos cuenta el panel informativo.

El recorrido transcurre entre bancales de olivos y poco a poco se va ganando altura.

La nevada ha sido grande y ha destrozado árboles.

Este tronco parece indicarnos el camino.

Nos vamos acercando a las pendientes aunque nos hemos desviado hacia la derecha para contemplar de cerca un agujero en la roca que nos ha llamado la atención.

La nevada ha dejado estampas caprichosas en los árboles.
El árbol nos señala a otros montañeros que van delante nuestro.

El camino empieza a desaparecer y ya se trata de subir recto hacia arriba por una pendiente que comienza a pronunciarse.

Ya avistamos el agujero en la roca que queríamos ver.

Curiosas formas.

Desde este punto nos desplazamos en travesía lateral hacia la izquierda para retomar la ruta inicial al collado en forma de V que nos llevará al Heura. Vamos pegaditos a los frares. Impresiona verlos de cerca. Por un momento cierras los ojos y te imaginas en otras montañas.

Las huellas delatan el paso de un habitante de la montaña.

Por fin se acaba la travesía lateral y enfilamos hacia el collado en forma de V. La nieve es puro polvo y ahora que hemos ganado altura, a cada paso que damos, nos hundimos en medio metro de nieve pisando directamente la pedrera que hay debajo. Un pasito p´alante y dos p´atrás. Esto empieza a ser cansino. Abriendo huella y retrocediendo casi más que avanzando.

Ésto me recuerda un poco al embudo de la Sagra.

El sol empieza a asomar. Estamos todo el rato en cara norte y su presencia se agradece.

Después de subir una pala final bastante inclinada y con mucha nieve acumulada que nos ha recordado lo jodio del noble arte de abrir huella nos asomamos al collado, ya con el sol bañándonos cálidamente. Esto parece los Piris. Es una estampa difícil de ver en Alicante.

Desde el collado salimos al camino que discurre por el precioso bosque del Pla de la Salvia. Al fondo está la cumbre de la Serrella. Pincha en la foto para ampliarla y si te fijas verás un refugio en la cima.

Ya casi estamos, el desnivel se ha acabado y solo nos queda disfrutar de este bosque inmaculado y solitario. Hemos acertado viniendo hoy aquí. La marabunta está en Aitana, nosotros solo nos hemos cruzado con 3 personas en todo el camino.

Un momento mágico, lo único que se oye es el viento atizando las ramas de los árboles, haciéndolas nevar al calor de un rayo furtivo de sol que se cuela entre ellas. Sólo por disfrutar y poder fotografiar este momento ya ha valido la pena la palicilla.

Esto es lo que se ve desde la cumbre del Heura.

En el centro de la imagen el Puig campana al fondo, sin nieve, y con el mar detrás.


Alicante y el cabo de Santa Pola quedan al fondo, perdidos en la bruma.
Después de disfrutar en la cima durante un buen rato de unas vistas nevadas casi irrepetibles emprendemos el descenso sumergiéndonos en una cantidad de nieve muy inusual por estos lares. Hay que disfrutar, no se sabe cuando volverá este regalo.

 

Epílogo

No encuentro mejores palabras para este epílogo que parafrasear un texto que encontré en este magnífico blog

La ola perfecta.

La nieve en Alicante es como la ola perfecta para los surfistas, hay que aprovecharla. Justo cuando la televisión comienza a dramatizar, exagerar y confundir a los ciudadanos con las previsiones del tiempo, es el momento de salir. Cuanto más frío haga y mas nieve haya caído mejor.

 Hacía seis años que esperaba la gran ola. Con la tabla a punto, cuando venía no podía ser o cuando se podía, no venía. Esta vez tuve suerte. Como ese tren que pasa tan sólo una vez. La nieve es para el montañero como el mar para el marinero. La montaña es imprevisible pero si estamos en invierno, lo lógico es que haga frío. Si tenemos una borrasca activa por Levante y además entra en juego una ola de frío polar descomunal la combinación es letal… Y así fue que comenzó a nevar durante toda la noche como si la naturaleza hubiese olvidado como detenerse. A la mañana siguiente, con el cielo completamente raso y sin una pizca de viento, el frío polar había convertido las montañas en una especie de pequeña Suiza. Atemporal, como suspendida en un gigantesco congelador, el tiempo parecía haberse detenido. Y por primera vez en mi vida pude ver, incrédulo, como el termómetro del coche se desplomaba hasta menos trece a las ocho de la mañana, en la autovia de Alcoy, a la altura del barranco de la batalla. Estaba camino de la Serrella, una de las montañas alicantinas más emblemáticas. La ocasión la pintan calva. La Serrella tiene una emblemática cara norte erizada de agujas llamadas Frares, ancladas en unas pedreras con una inclinación que a medida que se gana altura se hace más que respetable. No todos los días se tiene la ocasión de subir por un sitio así con más de medio metro de nieve. La gran ola había llegado. A mil metros de altura el paisaje eurosiberiano alcanzó tintes de grandeza. Los árboles cubiertos por el manto blanco resistían a duras penas el peso del frío invernal y pronto nos convertimos en invisibles y dejamos de existir. La travesía nos permitía contemplar un bosque blanco que nos rodeaba por completo y desde la cumbre del Heura, el paisaje, inmaculado como pocas veces lo podremos contemplar en estas montañas mediterráneas.
Salud y montañas para tod@s.

Hay 3 comentarios

  1. Anónimo

    No es una inocentada. Soy Reme intentando publicar un comentario por tercera vez.
    Mi comentario empieza por ¡Gnynynynynynynynnn…! Es pura y sana envidia q no sé cómo expresar con las letras.
    Aunq ya me lo contaste de camino a Aspe, ver las fotografías y leer lo q has escrito sobre el recorrido y los paisajes ha sido una delicia.
    Al principio no entendí el título…Es verdad que también existe vuestra "ola perfecta": Para los q amáis las montañas hay días "mágicos" en los q una "suerte" d climas y d vida puede trasladarte a otro espacio y otro tiempo sin haberte alejado apenas d tu casa. Y me alegro por ti, porque hayas disfrutado de tu "ola". La verdad es q, tal y como lo cuentas, parece q ya está guardado en tu "cofre de tesoros de andar por la vida".
    Respecto a las fotos, sabes q no soy una experta. Me gustan todas, y más tratándose d la "Terreta Blanca", pero hay algunasss…
    La del camino nevado flanqueado por un árbol caído…Es como la incertidumbre…Desear recorrerlo, pero sin dejar huellas…Toda una tentación.
    La de la nieve sin camino, con un árbol en pie y marcado de huellas de algún "habitante"
    La q muestra el contraste: El desnivel de la umbría nevada y allá abajo, la base "inundada" por la luz.
    Y la del bosque: La imagen de los árboles y ese "destello" d nieve atomizada es lo más parecido a mi sueño de Irati en invierno.
    Felicidades por tu experiencia y agradecimiento por haberlo compartido con nosotros en tu blog.

  2. Anónimo

    Hola Uli!

    Soy J. Toro, nos conocimos el sábado en el refugio de la Carihuela.

    Le he estao echando un vistazo al report y me ha gustado,las fotos son magníficas. Enhorabuena.

    Un saludo!


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